La familia es el núcleo donde se constituye la formación de la personalidad de cada uno de sus miembros, es el pilar sobre el cual se fundamenta el desarrollo psicológico, social y físico del ser humano, por lo que se considera es la base de la sociedad.
Es el asiento del legado emocional de cada ser humano, e idealmente debe suplir a sus miembros del sentimiento de seguridad y estabilidad emocional, nutrido en un ambiente de aceptación, seguridad y amor.
El sistema familiar, está formado por una estructura: la pareja como esposos y padres, y los hijos, que a su vez son hermanos entre sí; y por interacciones entre sus miembros.
Hoy en día es muy común escuchar sobre “familias disfuncionales”, pero ¿qué significa esto? En realidad la funcionalidad tiene que ver, precisamente, con las funciones que cumple o no la familia; entre éstas, la enseñanza de valores, el desarrollo de la personalidad y el crecimiento adecuado de sus miembros, y no con la conformación o estructura del sistema en sí. De aquí se desprende que, sin importar la estructura o composición familiar, una familia puede ser funcional o disfuncional. En las familias funcionales el amor entre sus miembros se demuestra sin reservas, de manera espontánea y es dónde cada uno de los miembros asume la responsabilidad de sus actos. Los valores pues, serán los mayores pilares de la familia y por consecuencia de la sociedad. Estos serán aspectos determinantes para lograr la funcionalidad familiar que incidirá directamente a la sostenibilidad de la sociedad.
Cuando las familias se corrompen con la violencia, las drogas, la falta de responsabilidad de los padres, sea al procrear o al dar ejemplo de trabajo, perseverancia y honestidad, por decir algo.
Las familias fuertes son el trampolín de entes productivos, se necesitan familias fuertes para enfrentar los males de la sociedad que como humana no es perfecta.
El amor, el respeto, la individualidad y la buena comunicación deben reinar primero en la pareja, para que estos sean transmitidos a los hijos.
La familia dominicana ha sido permeada por males tan desvastadores como el sida, las drogas, el desempleo, la violencia, pero sobre todo la falta de unión y eso precisamente es lo que se está traduciendo en la sociedad.
La familia dominicana ha sido permeada por males tan desvastadores como el sida, las drogas, el desempleo, la violencia, pero sobre todo la falta de unión y eso precisamente es lo que se está traduciendo en la sociedad.
Falta responsabilidad en la sexualidad, en la comunicación sobre la educación sexual…
Sólo imagínense… como pueden mantenerse unidos una familia formada por dos padres y 8 hijos, el padre desempleado, la madre maltratada, los hijos mayores en drogas, una adolescente embarazada, dos o tres menores trabajando en talleres, en la calle y sin asistir a la escuela…. Es un panorama tenebroso que se repite con frecuencia en nuestro país… la pregunta es ¿qué se puede hacer? Si se logra responder esa pregunta y mejorar las oportunidades de esa familia, entonces la sociedad dominicana tiene alguna esperanza.